Tortos con historia
Los tortos de mi abuela: una receta con historia
Hay recetas que son mucho más que comida. Son recuerdos, momentos y personas que han dejado su huella en nuestra vida. Para mí, los tortos son eso.
Aprendí a hacerlos de mi abuela, viéndola en la cocina, con esa paciencia que solo tienen quienes han repetido una receta cientos de veces. Sin prisas, con las manos en la masa, dándoles forma con un gesto tan natural que parecía que nunca había hecho otra cosa. Aún recuerdo el olor que inundaba la casa cuando los freía, ese aroma cálido que anunciaba que algo especial estaba a punto de servirse.
En mi familia, los tortos no se comían solo con picadillo y huevo. Mi abuela y mi padre los disfrutaban también con leche. No sé si era costumbre en otras casas, pero ena, ese gesto de mojar el torto en la leche era casi un ritual. Un bocado simple, pero lleno de calidez, de esas cosas que parecen pequeñas hasta que te das cuenta de que forman parte de quién eres.
Hoy sigo haciendo los tortos tal cual me enseñó mi abuela, sin cambiar nada. Porque así es como saben a casa.
Receta de los tortos con picadillo y huevos
Ingredientes (para 4 personas)
Para los tortos:
- 250 g de harina de maíz
- 200 ml de agua templada
- 1 cucharadita de sal
- Aceite de oliva virgen extra (para freír)
Para el acompañamiento:
- 300 g de picadillo de chorizo
- 4 huevos
- Aceite de oliva (para freír los huevos)
Preparación
-
Preparar la masa de los tortos:
- En un bol, mezcla la harina de maíz con la sal.
- Añade el agua templada poco a poco y amasa hasta obtener una masa homogénea. No debe pegarse a las manos, pero sí ser moldeable.
- Forma bolas del tamaño de una nuez y aplánalas con las manos o entre dos papeles de horno hasta formar discos de unos 10 cm de diámetro.
-
Freír los tortos:
- Calienta abundante aceite en una sartén.
- Fría los tortos de uno en uno hasta que estén dorados y crujientes por ambos lados (unos 2 minutos por lado).
- Déjalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
-
Cocinar el picadillo:
- En una sartén caliente sin aceite, cocina el picadillo a fuego medio hasta que esté bien hecho y suelte su grasa.
-
Freír los huevos:
- En otra sartén con un poco de aceite, fríe los huevos a tu gusto.
-
Montar el plato:
- Coloca un torto en cada plato, pon encima una porción de picadillo y termina con un huevo frito.
El toque especial: los tortos con leche
En mi casa, los tortos también se han comido de una manera diferente, quizás menos conocida: con leche. Mi abuela y mi padre los disfrutaban así, sumergiéndolos poco a poco, dejando que se empaparan antes de dar el primer bocado. Es un gesto simple, pero para mí, tiene todo el sabor de los recuerdos.
¿Te animas a probarlos?
Hacer tortos no es solo cocinar, es volver a los sabores de siempre. Si nunca los has probado, te animo a que lo hagas. Y si tienes una receta especial que te recuerde a alguien, cuéntamela en los comentarios. Me encantará leerla.
Comentarios
Publicar un comentario